Fotos: Nancy Onaga
“Mi equipo de trabajo lo conforman amigos baristas que me apoyan cada semana, los
considero parte de la familia «, dice Carlos Solís, dueño de un concepto diferente y acogedor de cafetería sobre ruedas llamado BiciCoffee. Lo encontramos en la Feria de Barranco, en el Jirón Unión 108. Está en un pequeño lugar que se hace especial, por todos los elementos lúdicos que lo rodean y que nos anima a hacer una parada y probar un buen café peruano. El aroma del café te da la bienvenida apenas ingresas.
Era el 2014 y el formato de tener una máquina de café sobre una bicicleta le daba vueltas en la cabeza a Carlos Solís. Era tiempo en que se encontraba buscando “ese” proyecto ideal para iniciar un negocio.
Su rostro refleja seriedad, pero su voz convincente denota firmeza cuando nos va contando los inicios de BiciCoffee. El concepto de vender café sobre una bicicleta lo tenía claro y como todo emprendedor se mentalizaba en tener varios puntos de venta y promover el consumo de café peruano. Un año antes había tomado un curso de barista y poco a poco se fue involucrando cada vez más en la línea del café.
RETOS CON AROMA DE CAFÉ
Hoy el concepto ha cambiado. Al inicio su objetivo era tener varios puntos de venta y en este momento mantiene un solo lugar fijo dentro de La Feria de Barranco . Al continuar en el camino cafetalero encontró un nicho de oportunidad en la micro-tostaduría. Encontró la necesidad de atender a clientes que buscaban tostar su café en cantidades reducidas; así que no lo pensó dos veces y adquirió una tostadora de 2 kilos, la más pequeña en la línea de producción.
Esta máquina le permite ofrecer el servicio y trabajar con perfiles personalizados. Carlos, un hombre joven y con muchas ganas de seguir creciendo, avanza y continúa empeñado en especializarse cada vez más.
Ya no solo es un barista con un concepto diferente que ofrecer; sino que tiene su propia marca de café, cuyo diseño lo hizo en casa, en su computadora, en Paint, comenta con una sonrisa.
Carlos Solís es profesor de Team Barista y ahora ha descubierto el tostado, algo que le apasiona. Como microtostador trabaja con 4 orígenes de café. El que nos presenta es de Incahuasi, Cusco. Lo compra directamente a la cooperativa San Fernando. Probamos un Capuccino y un Ice Latte.
Sus clientes están más que satisfechos con la atención y servicio que reciben, lo cual lo impulsa a seguir creciendo.
A lo largo de tres años, para la gente que llega a La Feria de Barranco, peruana y extranjera; ha sido y es un lujo tenerlo como parte de esta iniciativa creativa que promueve el consumo de café peruano.
