En Yanahuara, Arequipa, a pocos metros de su majestuosa plaza se encuentra Quilla y su peculiar toque de café. ¡El Misti nos da la bienvenida!

Gonzalo Valenzuela es un arequipeño que luego de vivir tres años y medio en Canadá, donde trabajaba con éxito como ingeniero de alimentos, decidió un día volver a su natal Arequipa, y hacer realidad sus sueños: Ser emprendedor en su tierra en base al café «que siempre estuvo en mi sangre y mente”.

Lo logró. Y desde su cafetería, ubicada en Cuesta del Ángel 507, en Yanahuara, que también tiene un espacio para tostar café, nos cuenta que sus clientes son como aquellos que “escuchan heavy metal o salsa dura” porque les gusta los sabores puros.

Acá no hay medias tintas. Este emprendedor intentó entrar a la onda de cafeterías modernas y ofrecía arte latte pero de inmediato se dio cuenta que su «público optaba por el americano,  expreso, cortadito, pintadito»,  entre otros sabores fuertes. Entonces, volvió a lo suyo: sabores fuertes.

Valenzuela ofrece en Quilla un café de La Convención, ubicado en Quillabamba, Cusco, el cual cosecha  a 1,800 m.s.n.m. en el fundo Quimiorato, del cual también es socio. El café, además, lo vende empaquetado.  Nos explica que brinda tres tipos de tostado: el napolitano que es extremadamente agresivo, el francés que también es fuerte y uno más light llamado gran aroma.

Para lograr el éxito conseguido han sido batallas tras batallas. El arequipeño recuerda que al inicio empezó vendiendo café verde. El despacho era lento pero debido a su constancia aprendió la técnica del tostado y ahí Quilla tomó fuerza.  Hoy venden 2500 tazas del café al mes sin contar la venta del café empacado.

“Fue una empresa que nació con un amor artesanal y se transformó en una firma que podemos ser reconocidos en el mundo. Con el café yo me encontré así como cuando te entregas con tu media naranja”.

Amor del bueno le dicen…

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