Caficultora Ana Ipenza de Villa Rica: «El café nos despierta y nos llena de alegría»

Fotos: Nancy Onaga

Conversar y conocer la labor que realizan los productores dedicados al cultivo del café siempre nos acerca y sensibiliza cada vez más sobre la dura realidad que viven en el campo nuestros caficultores, y agricultores en general. En la cálida ciudad de Villarica nos reciben nuestros amigos de Activa Café, una empresa de propiedad de Ana Ipenza y Carlos Tito.

Esposos y compañeros desde hace 18 años. Su Fundo se llama D’Kars por las iniciales de sus hijos Diego y Karina, quienes son el motor que los impulsa a continuar en esta dura labor. Sus tierras están ubicadas en el Alto Oconal, Villarica-Oxapampa Pasco entre 1650 y 1700 m.s.n.m. Cosechan café arábica, de variedad caturra y limaní.

Ana y Carlos son educadores de profesión. Se conocieron trabajando, y no tenían idea en ese momento que el amor los llevaría por un sendero de retos cafeteros.

LOS INICIOS

Frente a la hermosa Laguna El Oconal en Villarica, nos acomodamos en una especie de terraza, con mesitas y sillas rústicas de madera, lugar que nos pone en una vista privilegiada. Es inevitable quedarse mirando la belleza y tranquilidad del lugar. Ana nos cuenta que hace unos 9 años decidieron con su esposo comprar unas tierras para reforestar y cultivar café. Era una manera de retomar lo dejado por sus padres caficultores y madereros hace muchos años.

Formalmente están dedicados al café desde el 2010.  Como la mayoría de las personas dedicadas al rubro, Ana lleva la tradición por el lado de su padre, quien tuvo cultivos de café, pero que se vieron afectados en su momento por el terrorismo. Ana rememora esos años vividos y los califica como duros. Hoy sonríe y dice muy segura, que son tiempos mejores, aunque cree que falta apoyo.

PREMIO AL ESFUERZO

Ana Ipenza muestra algunos de los galardones obtenidos en su trayectoria como productora de café. Para la selección de sus cafés y los premios logrados se concentraron en catar su café e hicieron un blend en base a las variedades que siembran, logrando obtener el perfil que buscaban. En la línea de crecimiento, la satisfacción de este resultado los ha impulsado a postular a concursos locales y distritales, hasta llegar al 2do Concurso Internacional de Cafés Tostados en París Francia en 2016 de la AVPA a través de la municipalidad de Villa Rica, obteniendo el galardón en categoría gourmet con la mención redondo y equilibrado.

En el 2017, de la mano de Sierra Exportadora, que los apoyó con la inscripción, alcanzaron el premio en la misma categoría.

Todo esto ha sido en base al esfuerzo de ambos, inversión en la reforestación, compra de plantones que al inicio no fueron del todo buenos, y que les generó un retroceso. Entre altas y bajas, la pareja se formó día a día para tomar las riendas de su negocio.

“El café luego de tres años de sembrado se puede ver resultados, nosotros le damos a nuestro café especial, el valor agregado del tostado y molido para no solo venderlo en pergamino ya que el valor es muy bajo en el mercado”, explica Ana

El cuidado de sus sembríos es permanente, ya que el ataque de la roya es latente. Estar rodeados de otras fincas que también cumplen con el mismo cuidado les permite ser consecuentes con sus actividades. Trabajar con Agrobanco, y que este atienda sus necesidades les ha permitido renovar sus cafetales.

Todo el esfuerzo de esta familia se ve valorado con estos reconocimientos, pero como productora siento que falta más apoyo, pues nuestro trabajo implica mucho sacrificio, inversión y esfuerzo propio. Con un producto que genera muchas divisas para el país, el gobierno ha puesto el apoyo, sin embargo; falta mucho más en asesoramiento y financiamiento. El gobierno debe impulsar el consumo interno de nuestro café», enfatiza Ana, mientras Carlos prepara el café.

Esta mujer emprendedora tiene las cosas claras: «Si todos los peruanos aprendiéramos a consumir más café, nos faltaría café y no tendríamos necesidad de exportar el café en verde. Falta más compromiso y real interés de nuestras autoridades. Como productora observo necesidades. El café es un producto con muchos beneficios y es importante darlo a conocer. El café nos estimula, nos despierta, nos llena de energía y nos da felicidad”.

Los esposos Tito Ipenza cuentan con su labor alterna de educadores, lo que les permite no desistir en este camino cafetero, lo  que les ayuda a solventar gastos de inversión que traen como beneficio calidad para su producto. Es una realidad diferente para aquellos que solo viven del café y que no encuentran el respaldo.

El trabajo es de hormiga y ellos mismos tienen que autofinanciarse y ver alternativas de caminos para promocionar su producto, a través de ferias, contactos y así lograr reconocimiento. Por lo pronto su centro base es en Villa Rica.

“Si bien tercerizamos algunos procesos trabajamos con empresas que nos brindan la seguridad de que nuestro producto es trabajado de manera responsable”, precisa Carlos.

Su meta próxima es crear en su chacra que permita desarrollar el turismo vivencial, hacer cabañas para grupos, dar pasantías con estudiantes y todo aquel que quiera conocer de cerca el trabajo desde el campo. De esa manera sienten que contribuirán a la difusión, promoción y valoración de nuestro café, este fruto delicioso y valioso que tenemos.

 

Datos:

Ana Ipenza / Celular: 988021616

Todo contacto es a través de la página de Facebook.

 

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