
Dejó su trabajo en un banco para cumplir el sueño de tener una cafetería de especialidad en Pucallpa. A los 33 años, con tres hijas, y una vida casi hecha, Manuel Ramos decidió invertir sus ahorros en este proyecto ambicioso llamado Manu Resto Café.
En el jirón Inmaculada con San Martín, se ubica Manu Resto Café desde noviembre del año pasado. El lugar combina la lógica del restaurante y el café, pero aquí el café es la estrella, y la más reciente remodelación se enfoca en lucir más la barra con bebidas especializadas y métodos. Las paredes están pintadas con motivos acordes al café. El aroma te llama desde la calle. El calor, con un buen café, no te sofoca tanto, aunque parezca contradictorio.
POR AMOR A LA TIERRA
Manuel Ramos busca posicionar los cafés de especialidad de Villa Rica y Chanchamayo, pero sobre todo el café de Atalaya (Ucayali, Pucallpa). También está el café de la localidad de La Divisoria. ¿Lo han probado? Poca gente diría que sí, incluso en el mismo Ucayali. En Atalaya y en La Divisoria se produce café de la variedad caturra.
Manuel es de Ucayali y quiere que el café de su tierra se posicione. Se ha preparado para esto y no cesa en su objetivo de aprender.
«Tenemos buen café, pero no se ha aprovechado. Es una propuesta arriesgada porque la gente relaciona el café con el frío, y aquí siempre hace calor. Pero queremos enseñar a la gente la importancia de disfrutar de nuestro producto, y de todas las opciones que brinda el café», explica. En este espacio encontramos productos de cacao y chocolate.
POR LOS ABUELOS DE ATALAYA

Los sueños casi siempre se inspiran en algo inconcluso, o en algo que parecía lejano. Un cuadro con la foto de dos personas mayores llama la atención. Son Eduardo Rivas y Esperanza Gómez, los abuelos de Manuel. El cuadro rompe con el diseño del local, es bastante tradicional. Pero está allí por el significado sentimental que tiene para él.
Parte de este sueño en la calurosa Pucallpa tiene que ver con ellos: «Siempre lo dieron todo por sus hermanos, por sus hijos y por nosotros, sus nietos. Ahora yo quiero rendirles homenaje con este negocio que busca además rescatar el café de Pucallpa, el café que pocos prestan atención». Los ojos de Manuel brillan de manera especial. Su abuelo falleció hace unos meses. Esta cafetería es una manera de darle gracias a ellos por todo lo que le dieron, y por el profundo amor a la tierra.
Manuel está entrenando baristas para que Manu Resto Café sea una cafetería de especialidad A1. «No hay sitios así, que realmente le rindan tributo al café de especialidad. Esto es lo que estamos haciendo», comenta, mientras en la pared dibujan una cafetera, y letras de molde que dicen ‘Coffee Time’.
Me encantó el sueño de este emprendedor y que no solo se quedo en un sueño mas, si no que ya es una realidad…Felicidades por tener desicion de seguir tus propios objetivos y de Mostar q si se puede
Que bien que existan emoresarios que den.el valor a.nuestro cafe