Patricia Cohaguila: «Pausa Café se ha convertido en la cafetería del barrio amigo»

Fotos: Fabiola Valle

Patricia Cohaguila sabe perfectamente que no hay nada imposible cuando queremos lograr nuestros sueños si lo deseamos con el corazón y le ponemos garra. Pausa Café es prueba de ello. Acá, en el 1226 de la avenida Horacio Urteaga en Jesús María,  huele a café y el ambiente es acogedor. Combinación perfecta para muchos que aprecian los murales pintados en la cafetería y disfrutan de una buena taza de café.  A sus 43 años, Patricia nos cuenta que después de un largo recorrido entre Nueva York y Perú, la vida la pone en este lugar, espacio que ha ido construyendo con amor, ingenio y dedicación. Acá su historia.

¿Se puede vivir de una cafetería en el Perú?

-Yo vivo de eso. Empecé con Pausa en un local pequeño ubicado en Arnaldo Márquez, en Jesús María, y, poco a poco, fui creciendo gracias a buenos amigos que me han apoyado para darle forma a este sueño. Muchos de ellos son clientes que se han encariñado con la cafetería. Ahora, estamos en el mismo distrito pero en un espacio más grande. Recuerdo que en un inicio mi tostadora de café estaba en mi casa porque no entraba en la cafetería.  Antes de Pausa tenía un restaurante de comida Mediterránea, en Miraflores, pero decidí cerrarlo porque tenía problemas con la licencia (municipal).

Ahora, muchos ya hablan de Pausa. ¿A qué crees que se deba el éxito?

-Hay un sentido de por qué hago un tiramisú, hay una razón por la que preparo un crocante de manzana o de por qué hago una torta con chocolate orgánico.  Sabes, ¿por qué? Porque es algo que a mis hijos y a mí nos encantaría. Me encargo del tostado del café, y próximamente quiero aprender a catar.

¡ME MALOGRASTE EL PALADAR!

Preparan muchas variedades de café. ¿Cuáles son los que más piden y qué tipo de café ofreces?

-El latte, capuccino y americano. Los que saben más de café te piden métodos como prensa, V60, Aeropress. Empecé con un café de San Ignacio, en Cajamarca, luego otros de  Sanchirio y Curibamba, en Junín. Ahora, estamos con uno de Calca, en Cusco. Estoy abierta a diversos orígenes. Todos son deliciosos. Ha sido una batalla para que la gente acepte una sugerencia de por ejemplo cómo puede tomar su Espresso. Al inicio, te miran como diciendo quién eres tú. Después regresan y te dicen: ¡Me malograste el paladar! (Risas).

Y, ¿cuál es tu favorito?

-Mi favorito es el Aeropress porque al toque te levanta.  Hay que tener en cuenta que yo tengo mi despertador todos los días a las 5 de la mañana. Me refiero a mi bebé Ignacio. Tengo dos hijos.

¿Qué tan exigentes son los clientes de Jesús María?

-Jesús María es un barrio de gente mayor y Pausa se ha convertido en la cafetería del barrio amigo. Muchos clientes me dicen: “Me siento como si estuviera en Barranco o Miraflores pero sales y estás en Jesús María”. Además, me sorprendió que muchos clientes mayores me pidan que abra los domingos porque me dicen que no hay otra con la calidad y atención de Pausa. Ahora, abro de lunes a domingo. Incluyendo los feriados debido a que por la cercanía del parque viene mucha gente.

LA CULTURA EN PAUSA 

Los murales son un gran atractivo de Pausa. ¿Cómo nace la iniciativa?

-La decoración de Pausa ha ido mutando de acuerdo a los eventos culturales que hacemos. Y se va quedando algo. El artista Redak Anderson se encargó de los murales. Además, las bolsas de café que vendemos tienen el diseño de Anderson. Poco a poco, iremos invitando a otros artistas.

¿Cómo descubres el café?

-Hace varios años, unos amigos italianos me invitaron a participar de una cata de café en Lima y me pareció interesante. Así fue como descubrí el café. Me gustó. Luego, cuando vivía en New York, en 2014, un amigo me dijo: ¡Conozco a un compatriota tuyo!  Era David Torres, de Bisetti (‘).  Eso fue hace 9 años. Mi vida cambió.

¿Cuéntanos de tu experiencia en Nueva York?

-Soy administradora hotelera pero toda la vida he trabajado en restaurantes 5 estrellas. Estuve en la franquicia de Pardos, aproximadamente, por casi un año. Hasta que decidí irme porque sentí que ya había aprendido todo lo que quería. Luego me mudé a una franquicia americana y con el tiempo regresé al Perú. Vivir en Nueva York sola es bacán pero con hijos chiquitos no es fácil.

Regresas a otro mundo. ¿Qué fue lo difícil de venir al Perú?

-Llegué en 2011, Me preocupaba todo lo que veía, leía y escuchaba en la televisión, periódicos y en las radios del Perú. Decidí no ver noticias y crear algo que a mis hijos les haga bien. Mezclar lo cultural con algo que yo sepa.

¿Qué significado tiene hoy el café en tu vida?

-El café para mí es un descubrimiento. Yo juraba y alucinaba que sabía tomar café hasta que me di cuenta que no era cierto cuando los baristas que trabajaban en Pausa me enseñaron cosas que desconocía. Aún siento que no  he aprendido nada.

Has logrado que tu cafetería tenga éxito. ¿Se viene una segunda?

-Ahorita, nuestro equipo está en etapa de coaching pero para fin de año espero inaugurar otro Pausa Café en Lima.

DATOS:

Pausa está en la Av. Horacio Urteaga 1226,  en Jesús María.

(‘) David Torres Bisetti es catador profesional de café y creador de Arábica Espresso Bar (Miraflores) y de Tostaduría Bisetti (Barranco). Es uno de los principales promotores de café de especialidad en Perú.

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