El amor por el café y el rock estaban allí, solo había que encontrarlo. Y eso ocurrió con Hilda Díaz y Gino Saavedra, quienes crearon el emprendimiento ROCKCAFÉ siguiendo un sueño. Gino, apasionado por el rock y administrador de profesión, le contó a Hilda que quería vender café. Hilda, experta en publicidad digital, le planteó lanzar algo diferente, algo más allá de una marca de café. La idea se consolidó en base a todo lo que Gino había vivido en conciertos en diferentes partes del Perú y el mundo.

«Esas dos pasiones nos unieron», cuenta Hilda. Entonces, ya estaban casados y tenían un bebé de un año. Así que primero fue el amor, y luego irrumpió este sueño, un negocio enteramente digital que ofrece café de alta calidad de Cusco, Puno, Chanchamayo, y Ayacucho.

La idea de Gino era llevar café a los conciertos, además de la venta por delivery. Un día antes de que se declarar la cuarentena por el coronavirus, ROCKCAFÉ logró participar en el concierto de Amon Amarth, una banda sueca de metal que tocó en Lima. Funcionó bastante bien, esa noche fue fantástica, la gente se tomó fotos con el banner, y consumió café peruano. Pero la pandemia estaba encima, y les tocó centrarse en el delivery.

Hilda y Gino compran directamente a los productores y buscan café de alta calidad, por encima de los 80 puntos. «Nos dimos a conocer en la pandemia. Cuando se reactiva todo, ya no éramos los únicos en el delivery, pero aprovechamos la oportunidad», explica Gino. El café de ROCKCAFÉ llega a todo el país e incluso al extranjero.

La pareja ve con optimismo el panorama a pesar de los tiempos difíciles que afrontamos. La gente, al parecer, está consumiendo más café, aunque no manejamos cifras. El mercado está allí, y ambos tienen claro que es un buen momento para crecer.

LAS BANDAS DEL ROCK Y EL CAFÉ PERUANO

Hilda toma dos tazas de café al día. Al comienzo -como nos ha pasado a muchos- creía que le caía mal, pues consumía café soluble. Gino le presentó un buen café, y todo cambió para ella. Gino toma cerca de cuatro tazas, y en estos días anda disfrutando la cafetera Aeropress que su esposa le regaló. También usa V60. Hilda prefiere en Moka.

La idea de este emprendimiento es promover el café peruano entre las bandas del rock y llegar a conciertos -cuando la normalidad retorne-, pero por el momento ya han logrado que una banda peruana tenga su propia marca por aniversario: se trata de la gente de Frágil.

La pareja considera que esta aventura les ha permitido conocer a grandes personas. La idea de personalizar cafés para bandas está vigente. Con Frágil pasó que la gente pedía que le firmen las bolsas de café, algo que por estos lares no ha pasado. Y se vienen dos bandas más.

Hilda precisa que el rock no es una inspiración solamente: «Lo hacemos por y para el rock. Trabajamos pensando en las bandas de rock, sobre todo las que no son conocidas y pueden llegar a una audiencia mayor».

Gino es el fan rockero organizado, mientras que Hilda es la creativa que vuela. Una combinación perfecta para un emprendimiento que tiene para crecer tanto como el amor que los arropa.

DATO:

Pueden comprar el café desde sus redes sociales o web.