Luz Alvarado es una luchadora, una mujer admirable, que siempre recuerda su origen, su tierra, y que día a día sostiene con una fuerza increíble uno de sus grandes sueños: su pequeña cafetería Estación de Luz, que se encuentra en la calle Simón Salguero 531, Tienda 1, Surco.
Nació en Huaranguillo, San José de Lourdes, San Ignacio de Cajamarca. El café que nos ofrece es de su tierra, y es de los mejores que hemos probado, ya sea en taza, en su barra; o cuando lo recibimos en grano y lo preparamos en diversos métodos. La carta que tiene es pequeña, creativa y tiene su sello.
Su hijo Daniel, su gran soporte, es su mano derecha. Luz tiene siempre una sonrisa amplia y sincera, y una inmensa pasión por lo que hace. Yo le digo que es la ‘reina de los postres’, pero ella no solo brilla con sus cafés y dulces, también prepara acompañamientos salados exquisitos.
La sonrisa de Luz es más amplia y luminosa cuando habla del apoyo de Daniel, quien en estos tiempos de crisis ha hecho el delivery a la clientela con todos los protocolos de seguridad.
Luz estudió barismo en Le Cordon Bleu, y siempre está dispuesta a aprender. En la pandemia justamente ha continuado capacitándose y experimentando, y jamás bajó los brazos, a pesar del duro golpe económico que ha sufrido.
INCANSABLE
“Tenemos que enseñar a la gente a consumir café bueno. Muchos piensan que el mejor café está en otra parte del mundo. Se dejan llevar por un nombre, una marca, una presentación y un lugar. Se prefiere a veces comodidad y no calidad . Es momento de difundir que el café peruano es de los mejores”, me dijo una de tantas veces Luz, con quien llevé en 2017 un curso de catación en la Cámara de Café y Cacao a cargo de la gran maestra Lourdes Córdova. Fue en esas clases que descubrí a una emprendedora nata, a una luchadora y a una alumna que no se cansa de preguntar para aprender.
Luz Alvarado es barista profesional, y como siempre dice «una mujer de la montaña» que logró abrirse paso en su tierra para comprar café del bueno, y en esta ciudad, Lima.
La pequeña barra de Luz es conocida en la zona, y aunque parecía difícil al comienzo, el boca a boca ha funcionado y hoy cada vez más personas saben que si quieren café del bueno deben acercarse a la estación.
Una charla con Luz siempre resulta inspiradora. No solo ama el café. Ella te demuestra que con perseverancia se puede salir adelante.
