David Flores, el productor que hace magia y ciencia con el café de San Ignacio

La Finca El Morito, es un negocio familiar y un orgullo para la provincia de San Ignacio, en Cajamarca. Su café se distribuye bajo los mejores estándares de calidad para las líneas más exclusivas de Perú y a nivel mundial.

Con solo 26 años, David Flores Chilcon, es el gerente general de la Finca El Morito, espacio que alberga 35 hectáreas de café, con microlotes que permiten lograr café mayores a los 90 puntos en taza de rendimiento. Un tesoro cafetero para la parte norte de nuestro pais.

Desde que tenía 6 años, David ya sabía como olía el buen café gracias a su abuelo y su padre, que desde 1922 producían café jaeno. Nació en Cutervo, Cajamarca, pero en 2009, cuando tenía solo 14 años ya se consideraba un gran productor. En esa fecha se mudaron a la provincia de San Ignacio. El destino les ofrecía buenas tierras y mayor espacio para producir café, a una altura entre los 1500 y 2000 msnm.

David se enamoró del café desde muy niño y soñaba con ser reconocido por el esfuerzo que realizaba junto a su familia para obtener los mejores granos. Por eso, una de sus metas era vender su café por todo el mundo.

«Nosotros no conocíamos de procesos, lo secábamos en el piso, lo vendíamos a la calle, húmedo, sin conocer el valor que tenía, la gente venía y lo compraba». Entre sus viajes a Jaén para comercializar el café de su familia, se presentó una de esas oportunidades que a veces la vida te da. A David le ofrecieron visitar el laboratorio de Lima Coffee, donde evaluaban la calidad y la importancia de los procesos que requiere un café de especialidad durante la cosecha y post cosecha.

Buscando cafés de especialidad

David quedó impresionado y llegó a casa con un entusiasmo resguardado. Nadie lo detuvo. Su padre no se sentía motivado, pero él hasta un crédito pidió para habilitar secadores que ayuden a mejorar su labor, al conocer la importancia que tiene esta parte del proceso de postcosecha. «Aquí comenzó todo», comenta David Flores.

Conocer el café de especialidad y los procesos lo llevó a apostar todo.

Actualmente, la Finca El Morito -que lleva ese nombre a raíz de un comprador estadounidense que cautivado por el color de los granos similar al verde morito lo llamó de esa manera-, produce variedades de todo tipo entre Borboun, Typica, Catimore, Costa Rica 92 y uno de sus productos bandera, Caturra amarilla; variedad que lo llevó a estar entre los 20 mejores cafés en la Taza de excelencia del 2018. Y no se resiste a producir geishas.

Los sistemas agroforestales y la conservación del medio ambiente es uno de los requisitos con los que cumple la producción de su café, utilizando abonos naturales, orgánicos y conservando los árboles nativos.

El Morito en el Perú y el mundo

David llegó a cumplir muchos de sus sueños. Hoy en día su café llega a Australia, Corea, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y Noruega. A nivel nacional, marcas como Milimétrica, Café Cueva, Cultivar, Ynn Coffee y Collective Beans promueven su café para el consumo local.

Finca El Morito es un negocio que agrupa 10 familias, entre primos, tíos, hermanos, sobrinos y abuelos.

A David le gusta tomar el café en el método Chemex. No deja de soñar. Desea tener un laboratorio de café en su finca, subastar su café en mercados internacionales y ser ingeniero agrónomo para seguir tecnificando sus procesos de café. David anhela abrazar cada vez más la ciencia y ser un embajador de nuestro café peruano en el mundo.

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