La productora del Perené que gracias a la radio promueve el consumo de café

Yessenia Aire Díaz tiene 29 años y nació en Huancayo.

Cuando nadie creía en el café de calidad, Yessenia Aire Díaz decidió usar la radio para promover el consumo de una bebida respetable, una bebida que la haga sentir orgullosa. No imaginaba entonces que ese esfuerzo daría resultados.

Tiene 29 años y nació en Huancayo. Es la tercera generación de una familia cafetalera. No sabe por qué el café llamó tanto la atención, pero le encantaba estar entre los cafetales de pequeña. Las vacaciones eran para irse corriendo a la selva, y ahora lleva viviendo 8 años en el distrito de Perené, uno de los seis que conforman la provincia de Chanchamayo, en Junín.

Hace 5 años, recuerda, probó la primera taza de café que le cambió su vida por completo.

«Nos iniciamos en 2017, en la primera FICAFE que se realizó en Satipo. Solamente éramos productores y fuimos afectados duramente por la roya en 2013. Prácticamente se afectó el 75% de sus cafetales. Tuvimos que reiniciarnos. Pero ese 25% era café, que se hablaba en las radios, de variedad caturra y bourbon», cuenta esta joven dueña de Coffee Bayoz, una cafetería de especialidad que inspiró su nombre en la Catarata de Bayoz.

RETROCEDER NUNCA

Esas plantitas que quedaron en buen estado la impulsaron a seguir adelante y en mejorar la calidad para sobresalir como caficultora. Crean así la marca Coffee Bayoz. En esa época, en selva central, había poca información: «A nuestra manera, con poco conocimiento, trabajamos cafés especiales».

En ese evento, ella se dio cuenta de que se sabía poco de los cafés especiales. Esa primera experiencia la llevó a mirar Satipo, donde sabían más de procesos. Investigaron, analizaron las experiencias de Villa Rica y Satipo, y poco a poco, después de muchas lecturas mejoraron la cadena de trabajo, en especial el honey. La primera venta fue para la familia. Pasaron de vender unas 10 bolsitas a muchísimas más en 2018. Yessenia estudia catación, con el propósito claro de aprender. Hoy es catadora Q Grader 

LA CAFETERÍA, EL SUEÑO

«No había cafetería de especialidad, la gente consumía café soluble», cuenta. En 2019, con la familia, decidió fundar la cafetería. La diseñó con la idea de inspirar el consumo. Solo una persona la ayudaba, el dinero ni entraba. Habían días en los que vendían un solo Frappé , y nadie quería un Americano.

Fue así que llega a la radio para hablar de café, de sus promociones, de la calidad. «Hemos sido la primera cafetería de especialidad de Perené, y eso me hace sentir orgullosa», dice.

Cata con Daniela Marín.

Las radios locales han sido claves para llamar la atención de los productores y de los consumidores. «A través de la radio empecé a tener un horario para hablar del tostado, de la molienda, de la temperatura del agua, y tanto el cliente como el caficultor se interesaron», cuenta. Siempre trabajaron café de taza limpia. No podían hacer un café muy especial, pues pagaban 1 sol por café en todos lados. Era difícil competir así, pero lograron un café de 83 y 85 puntos.

Un lugar amplio y con café de calidad.

Junto a su esposo Anderson Quispe Olivares, ingeniero agrónomo, compró una tostadora, lo cual le permitió cuidar los perfiles de su café. «Fue un esfuerzo, que valió la pena. Fue en el año 2019», dice. Empezaron a hacer talleres, invitaron a baristas, y poco a poco se fue incrementando el consumo. Antes de la pandemia, en la cafetería habían cuatro personas, todo parecía ir para arriba.

El golpe fue duro. Cerraron la cafetería temporalmente y atendieron solo el servicio de tostado. Se alistaron para tostar, y entonces pararon porque los caficultores llegaban con café de segunda. «Yo me negué en un 90% de casos, y dos semanas después, y a través de las radios, hablamos de la importancia de por qué tostar un café limpio y especial», detalla. El panorama cambió, llegó café hasta de La Merced y Pichanaki. Cuidadosa en extremo con su labor, entregaba café de muy buen nivel.

Al abrir la cafetería han notado que se incrementó el consumo, pero el segundo confinamiento volvió a afectarlos. «Ahora ya no tengo en stock más que para mi cafetería. Los clientes locales se han acostumbrado a nuestro honey y seguimos aprendiendo. Ahora está con nosotros la catadora Danielita Marín (de Origen Marin-Café & Laboratorio), y vemos unos siete u ocho lugares, como casetas, que venden café. Pequeños, pero están empezando como yo. Antes no pedían ni Capuccino, ahora piden hasta la Flor de Café, café en métodos -tenemos doce o trece-, y Cascarilla de Café». Siguen con el tostado, y no descuidan la calidad.

El aprendizaje es constante.

«De mi cosecha, los mejores microlotes se quedan en mi cafetería. Aquí no vendo menos de 83 puntos y 85 puntos (para métodos). Buscamos malograrles el paladar positivamente a nuestros clientes, así que cuando prueben un soluble o un mal café su paladar lo rechace», dice esta emprendedora.

A las 6:30 a.m. suele salir en diversas radios locales como Paraíso y Ashaninka para «educar sobre el café». Los caficultores son el principal público, y a ellos brinda recomendaciones.

En la cafetería de Yessenia Aire Díaz todas las trabajadoras son mujeres, algo que también la hace sentir orgullosa, empoderada. Son seis personas dedicadas y comprometidas a impulsar la cultura cafetalera.

Periodista. Especialista en Comunicación Digital y Social Media. Directora de Clases de Periodismo, editora web de Perú21 y directora de La Ruta del Café Peruano. No me imagino la vida sin café. ➤ Soy especialista en Comunicación Digital y Marketing. He sido jurado de Experiencia (2018-2019-2022) del Concurso de Cafeterías de Lima organizado por la Cámara Peruana de Café y Cacao. Estudié barismo en Team Barista.

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