
El amor por el café impulsa emprendimientos como Sapphire Coffee Roasters. Walter Flores, reconocido tostador y barista; y un cliente de lo que era Finca La Campiña, Derek Visser, un holandés enamorado del Perú y del café, sumaron esfuerzos, capital e ideas creativas para promover nuestra bebida, apoyar a los productores y manejar una filosofía de cuidado por el medio ambiente.

Cafés de Apurímac, Villa Rica, Cusco, Lambayeque y Amazonas, entre otros orígenes que poco a poco irán saliendo, se distribuyen con un nombre que curiosamente se refiere a un colibrí llamado zafiro que tiene los colores de las etiquetas que vemos en las bolsas. Derek Visser -que lleva 16 años viviendo en Perú-espera ir a diversas regiones, rescatar lo mejor del campo y de las familias productoras, y que todos ganen. Por ahora, un grupo pequeño de cafeterías están ofreciendo Sapphire Coffee.

La prestigiosa catadora Lourdes Córdova lo ha ayudado en la cata, y el puntaje promedio va entre 82 y 85. Pero más allá de números, lo que buscan es que el consumidor viva la experiencia.

Walter Flores cuenta que es uno de los proyectos más ambiciosos que tiene: ha sido descubrir fincas nuevas, sabores y aromas diferentes, así como tradiciones.
«La gente está apreciando más el café peruano. Y esa es una buena noticia», dice Walter, mientras realiza una cata de sus cafés en V60.
Para Walter hay una tendencia notoria: hay más marcas e influencers de café, lo cual impulsa el consumo y enseña a la gente a elegir lo que su paladar quiere.
Puedes conocer más de esta marca aquí
DATO
Antes de la entrevista ya habíamos probado el café Nueva Alianza de Dwight Aguilar Macias y Dyana Mellado Portilla, quienes cultivan café en su finca familiar en el distrito de Santa Teresa de la provincia de La Convención (Cusco). Este joven ganó el primer lugar en el Concurso de la Taza de la Excelencia 2018. Sapphire Coffee Roasters vende el café de Dwight Aguilar.
1 Comment