Tres padres que trabajan por amor al café peruano, en el campo y en la ciudad

A los 67 años, con buena salud, y una incansable entrega al café, Sergio Díaz ha entregado toda su vida al café. Está en Salabamba, un caserío apacible y apartado de todo, en el distrito de Las Pirias, en Jaén. Rómulo, su hijo, habla de él con orgullo.

«Además de las cosas técnicas sobre el cultivo, yo he heredado de él la parte humana que me enseñó como ser perseverante y fuerte como el mismo café ante los problemas», dice Rómulo, quien lleva más de cinco años con Señor Jaén, un café que no ha dejado de mejorar en cada cosecha.

«Se ha mejorado en el proceso de poscosecha, estamos probando fermentaciones de 48 horas y nos ha dado mejores resultados en cuanto al aroma. Además, estamos construyendo un nuevo tanque de fermentación para ayudar a que el despulpado del café siempre sea el mismo día de la cosecha», relata Rómulo, quien reparte su café, en bicicleta, en toda Lima.

«Me gusta manejar bicicleta y a veces entregar personalmente me ayuda a conversar con el cliente final y escuchar sus inquietudes. A veces también me suelen ayudar amigos ciclistas. Por lo general, lo hago yo», dice.

EL GRAN ELMO

La historia de Elmo Julon Becerra, es hermosa y la contamos aquí. Ama el café, y día a día se esmera en conseguir el mejor producto, e inclucla a sus niños la importancia de cuidar el medio ambiente. Los pequeños de 8 y 6 años , José Gabriel y Angela jhunely, lo consideran un súper héroe. Al lado de su esposa Astrid Sánchez, el caficultor -beneficiado por Conservación Internacional- , es responsable del acopio de café para la Cooperativa de Servicios Múltiples Bosque del Alto Mayo (Coopbam) .

ORGULLOSO DE SER PAPÁ

Rolando Ruiz ama el café peruano y es un promotor incansable de emprendimientos cafeteros. Es el creador de la cafetera peruana MUPECO, de arcilla, y su mayor orgullo es su hija Vicky Lee, quien admira su labor de inventor.

La joven, Miss Callao Perú, ayuda a su padre en la difusión de sus inventos, como la cafetera peruana. La historia de Rolando la contamos aquí.

«Ella es mi amor y a pesar de los maltratos de esta vida fui padre y madre desde que ella tenía 5 añitos hasta los 12», comenta Rolando, que entre tantas tareas también recicla o rescata piezas para crear muebles rústicos. Pero su principal logro es el Museo del Café Peruano, el cual está en Chanchamayo.

Estos tres padres nos recuerdan que el trabajo puede ser duro, y bien recompensado cuando se recibe el amor de los hijos.

Periodista. Especialista en Comunicación Digital y Social Media. Directora de Clases de Periodismo, editora web de Perú21 y directora de La Ruta del Café Peruano. No me imagino la vida sin café. ➤ Soy especialista en Comunicación Digital y Marketing. He sido jurado de Experiencia (2018-2019-2022) del Concurso de Cafeterías de Lima organizado por la Cámara Peruana de Café y Cacao. Estudié barismo en Team Barista.

Deja una respuesta

*