La historia de los Abuelos Valdizano, un café de tradición

Manuela Cabello y Eleordo Marcos, han encontrado una oportunidad en el café. Foto: Esther Vargas.

Manuela Cabello sonríe, mientras sostiene en las manos una bolsa de café de 250 gramos en cuyo empaque podemos ver el rostro de tres de sus compañeros y amigos: los abuelos y abuelas Valdizano. Ella es parte de ese grupo de 20 personas de la tercera edad que ha encontrado un nuevo camino gracias al café.

El distrito de Hermilio Valdizán es la primera zona productora de café en Huánuco.

A los 66 años, Manuela -que a los cinco años vio a sus padres cultivar café- está convencida de que nuestro producto bandera es una oportunidad y una bendición.

El emprendimiento tiene el apoyo de la municipalidad distrital, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), Devida y Alianza CAFE, una iniciativa de USAID, ejecutada por TechnoServe y cuenta con el apoyo de JDE.

Los profesionales de Alianza Café apoyan a los caficultores en su emprendimiento. Foto: Aura Guío.

Cleden Chacón es hijo de Florencia Estaquio, una de las abuelas Valdizano, y gerente general del emprendimiento. Su tarea consiste en brindar asistencia técnica a los caficultores, y trabajar el tema de responsabilidad social. Cada productor gana un porcentaje mayor que en el mercado, y se siente así reconocido. El detalle de que sus rostros ilustren el empaque es algo que a ellos y ellas les hace sentir felices.

Con Manuela, Eleodoro y el entusiasta Cleden recorremos la planta de procesamiento del café. El aroma nos envuelve. La entrevista se desarrolla entre Americanos y Capuccino, y la mirada orgullosa de estos abuelitos que han visto en este tiempo una recompensa a tanto esfuerzo.

Presentaciones de El Abuelo Valdizano. Foto: Aura Guío.

La pandemia no los frenó, cuenta Cleden. Al contrario, se comercializó más café y a través de Facebook lograron aumentar sus ventas. También tienen un canal en Instagram, y gracias a Alianza Cafe están en una tienda virtual.

HIJOS Y NIETOS

«Estamos trabajando con los hijos y nietos para que sean parte de la cadena productiva. Los capacitamos en catación, tostado y molido, y barismo«, detalla, mientras Eleodoro Marcos Tolentino, de 74 años, toma un Capuccino y se muestra complacido de ver su rostro en la bolsa de café.

Eleodoro ama el café y considera que nunca es tarde para aprender. Sonríe, lleno de entusiasmo. Ser parte del proyecto le confirma que el café siempre fue la mejor elección, atrás quedaron aquellos tiempos en los que la hoja de coca parecía ser la única alternativa. Este padre de ocho hijos resalta la importancia de que el café de Huánuco se conozca en el Perú y el mundo.

El café tiene tres presentaciones en bolsas de 250 gramos, 500 gramos y un kilo, y en tres formatos: Selecto, Especial y Exclusivo. Para Eleodoro y Manuela, el café no solo es una bebida para compartir: «Es historia, tradición y arte», dice ella. Eleodoro agrega: «Es una herencia que pasa de generación en generación

El café que producen los adultos mayores de Hermilio Valdizán es de la variedad caturra, típica, borbón y geisha. Se cultiva entre 1,200 y 1800 msnm, y su puntuación alcanza los 85 puntos en taza.

Los catadores destacan que tienen notas a aromas florales con cuerpo consistente, toques a chocolate y acidez a mandarina.

Periodista. Especialista en Comunicación Digital y Social Media. Directora de Clases de Periodismo, editora web de Perú21 y directora de La Ruta del Café Peruano. No me imagino la vida sin café. ➤ Soy especialista en Comunicación Digital y Marketing. He sido jurado de Experiencia (2018-2019-2022) del Concurso de Cafeterías de Lima organizado por la Cámara Peruana de Café y Cacao. Estudié barismo en Team Barista.

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