
Fotos: Aura Guío
Cristhian Baldera tiene un sueño: tener el mejor café del Perú. Pero en la vida, a veces se va paso a paso. Y hoy, sonríe, al lado de su esposa Yeri Flor. Estamos en Lonya Grande, Amazonas. A Cristian le dicen ‘Oso’ porque cuando iba con su café a la finca se encontró con un oso negro. Lo contempló sin miedo, y siguió su paso sin problemas. Su marca de café se llamará Oso porque esa circunstancia describe quizás las vivencias de un caficultor, que cruza caminos agrestes, y a veces muy riesgosos.
Lleva 9 años dedicados al café gracias a su padre, caficultor de toda la vida. A 1,800 metros sobre el nivel del mar, Cristian cultiva diversas variedades de café, como Pache y Borbón. Su dedicación es incansable, empieza a las 5 de la mañana, y la tarea acaba a la hora que se deba.

Hoy viernes, Día del Café Peruano, este joven de 29 años acudirá a la premiación de cafés del I Concurso de Cafés Especiales de Amazonas organizado por el Gobierno Regional y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego – Amazonas. Él y su esposa están emocionados, tienen muchos sueños y fuerzas para cumplir cada uno de ellos.
«Cuando recibí la noticia, yo no lo creía. Ha sido una emoción grande, pensé que iba a quedar en el top 10 y resulté en el primer lugar», recuerda.

Para Cristian Baldera, el café es una bendición. Con su esposa, y sus dos hijos Ashley, de 10 años, y el pequeño Lucas Gael, de dos, el caficultor se alista para retos más grandes, en medio de un paisaje maravilloso, donde el bosque es sagrado.

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