Mujeres empoderadas en el café peruano, retos y oportunidades

Por Esther Vargas y Aura Guío

EMPRENDEDORAS, INCANSABLES, AMANTES DEL CAFÉ PERUANO. ASÍ SON ESTAS MUJERES DESDE LOS DIVERSOS ROLES QUE DESEMPEÑAN

EDITH MEZA, PRODUCTORA

Foto: Aura Guío.

«Considero que hay una evolución en el consumo y en la calidad del café. Antes el público no conocía mucho de calidad por temas de educación pero abrieron cafeterías como Arábica y Café Verde que formaron nuevas generaciones. Por parte del Estado, Sierra y Selva, y otras entidades hacen difusión. ¿El consumo? Un público conocedor si prueba un café de calidad es difícil que regrese para atrás. Hay muchísimo por hacer, hay que mejorar, hacer campañas, difusión, cada una desde su trinchera».

Edith Meza, productora de Finca Tasta, opina que el sector debería estar más institucionalizado, como lo hizo Colombia y Brasil. «Hay más marcas, más cafeterías, más profesionalización en el tostado y en el preparado. Cada productor busca llegar a Taza de Excelencia, creo que ese encuentro nacional hace que el caficultor se esmere más, y va viendo qué es lo bueno aquí y allá. Esto puedo lograr la estandarización. A diferencia de países donde la calidad está más estandarizada se concentran en plantas súper grandes. No está mal que cada productor lo haga, pero tiene que saber más»:

Desde su finca en Llaylla, Satipo, la creadora de Finca Tasta -que tiene cafés de 94 puntos (pidan el Coral, no se arrepentirán)- opina que una mujer debe trabajar el doble porque en el campo a veces se desconfía de la mujer. Otro reto: «Uno quiere estudiar pero la conectividad internet es pésima por lo que estudiar online en tu chacra es casi imposible».Así lo comprabamos durante la grata estancia en Tasta.

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LOURDES CÓRDOVA, CATADORA

Foto: Cámara Peruana de Café y Cacao.

Con más de 20 años en la cadena productiva del café, la maestra catadora Lourdes Córdova, destaca que hay un empoderamiento y una evolución gigante desde el sector productivo: «El año pasado tuvimos ganadora de Taza de Excelencia a una caficultura del Cusco (Hilda Leguía), tenemos catadora como Juez Líder de Taza Dorada, tenemos baristas, tostadoras y empresarias en el sector. El cambio más importante ha sido la profesionalización del sector», comenta.

Lo importante, indica, es la sostenibilidad. «Y esto se va a lograr certificando competencias, enviando personas a capacitarse y que tengan una mirada internacional. La mujer peruana está en capacidad de salir fuera del país, y brillar a nivel internacional. El camino de la mujer productora es importante, y creo que esto continuará en el sector cafetalero», dice Córdova, quien desde la Cámara Peruana de Café y Cacao ha capacitado en catación a cientos de hombres y mujeres interesados en aprender del café.

Lourdes destaca que en su amplia trayectoria ha podido ver, con gusto, la evolución y el destaque de la mujer, lo cual es una gran señal.

«Probar una taza de café especial significa que el productor hizo todas las prácticas necesarias, es decir, buscó la variedad correcta para su altura, hizo las labores de siembra, cosechar los granos maduros, y hacer una postcosecha impecable, y cuidar el secado, almacenaje y transporte. Así se logra un café especial, y uno lo va a disfrutar como catador», comenta la jurado de Taza de Excelencia 2020.

ENID ESQUIVEL, TOSTADORA

Foto: Esther Vargas

«El consumo de café ha cambiado por una serie de razones, una de ellas el poder adquisitivo. La gente tiende a pagar un poquito más. En mi caso tengo clientes con marcas de cafés que rondan los 82 y 83 puntos, y se ha dado el caso que algunos preguntan por café de 86 y 87 puntos, porque su público lo pide. Otro factor ha sido la educación. Gracias a las redes sociales y reportajes ha cambiado un poco la tendencia del café, y la pandemia que genera más posibilidades de emprender, sin embargo, siento que se ha estancado un poquito en estos dos meses, no sé si por el tema político o económico».

Enid Esquivel nació en Costa Rica y vive en Perú, donde además de servicios de tostaduría en Tika Coffee (tiene su propia marca de café peruano, capacita a caficultores en diversas partes del país. «La gente se acoge a una tendencia y a una moda, y le gusta. Recién estamos aprendiendo a diferenciar cafés por precio y demás. He visto más demanda de cafés de tazas limpias, con un buen tostado, que no necesariamente es especial. Quizás al público le gusta las notas achocolatadas, pero hay un nicho por los cafés diferenciados. Hay proveedores que piden un café superior a 87 puntos. Se está moviendo, de a pocos»:

«Mi rol como tostadora no solo ha sido brindar el servicio sino aconsejar al cliente a exigir más calidad por el precio que está pagando. Hay mucha competencia de precios. El productor tampoco está ganando mucho, porque los insumos han subido. Las marcas de café tostado se han visto un poco afectadas porque el precio del café está muy alto, por lo que hay un pequeño margen de pérdida. El café verde ha subido, pero no podemos subir el tostado. El productor debe respetar los costos, trato de asesorar en temas de calidad y precios justos», comenta la experimentada profesional, catadora y tostadora.

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PATRICIA COHAGUILA, DUEÑA DE CAFETERÍA

Foto: Renzo Salazar.

Patricia Cohaguila es sinónimo de resistencia y empuje. La empresaria, y mamá de Pausa Café -como se define- cuenta que el consumo de café se fue arriba con la pandemia gracias a las redes sociales y blogueros que empezaron a postear en Facebook e instagram: «La gente se animó a prepararlo en casa, venían por molinillos, prensa francesa, cafeteras moka. Fue algo muy lineal. En tiempos de Covid-19 tuvimos mucho más presencia y no había miedo de comprar bolsas de café».

Pausa Café está en Jesús María y es un lugar acogedor. ¿Cuál es el secreto? «El posicionamiento se debe a no rendirse. No he abaratado costos ni bajado la calidad. La atención al cliente es súper difícil, pero la manejamos. Ha sido fundamental tener un equipo de trabajo. Cuando empiezas un proyecto eres todista, sin embargo, luego hay un punto de quiebre donde necesitas ayuda, pagarle un buen sueldo al que te va a apoyar. No ha sido fácil ni inmediato, y creo que la pandemia nos ayudó a unirnos. Resolvíamos los problemas entre todos».

Mujer de retos. Patricia quiere tener su propio café, y por ello está recorriendo el país en busca de los granos que serán parte de su marca.

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KELLY SALAZAR, BARISTA

Foto: Aura Guío.

«Yo vengo de Venezuela, de Nueva Esparta, mi familia siempre ha sido cafetera toda la vida. Una taza de café era la forma que encontrábamos para conectarnos y conversar. De ahí nace mi amor al café y a la barra. Para mí el café está conectado con las emociones. Mi abuela a toda hora hacía café. Ella tenía lo que más usaba era la manguita, parecido a esos métodos considerados ‘caribeños'».

Con 5 años de trayectoria tras las barras de café, Kelly nos prepara un stumpy y comparte su historia en este mundo tan aromático:  «Un amigo me jaló a True Artisan, una cafetería de toque clásico, luego me llamaron para Kaldi´s Coffee & Tea, donde me pulí mucho más por dos años con el café de especialidad. Trabajé en otras cafeterías también, como Caleta y finalmente estoy aquí, en Felicia & Domingo» (En Barranco). 

«Como barista, siempre estoy abierta a que el cliente pueda pedir y beber su café de la forma que prefieranporque el café es un disfrute personal. De pronto si el cliente le interesa ir más allá, y me lo permite, empiezo a sugerirle un poco más. El tema de ser barista no es una imposición para el cliente de “tienes que tomarlo así” no podemos ser tan estrictos, porque hay que entender cómo la otra persona ve el café. Si le apasiona y te da esa chispa entonces ahí sí, hay que darle cancha. Si alguien me pregunta sobre qué le recomiendo, entonces indago en qué es lo que le gustaría probar y va a depender, de pronto, de qué método usa en casa y qué tan intenso le gusta el café. Aquí en Felicia & Domingo usamos dos tipos de tostados, el medio y el medio oscuro, entonces un tostado medio irá muy bien en un Chemex, un v60 o en una Kalitta. En el caso del medio oscuro siempre lo recomiendo para la Moka Italiana, para Prensa Francesa o incluso un AEROPRESS si fuera el caso«, esto nos cuenta Kelly y confiesa con total seguridad que su método favorito es la Kalitta desde toda la vida. 

A los 25 años, esta barista dice que en esta profesión siempre se debe ser curioso y estar probándolo todo: «Probar té, infusiones, frutas… De esta manera, generas y amplías el registro de sabores. Quizá si en ese momento uno deja pasar algo, podría estar dejando pasar la oportunidad de reconocer alguna nota más en el café». 

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BEATRIZ TALAVERA, EMPRESARIA DE NOBLE CAFÉ

Foto: Aura Guío

«A mi esposo le encanta el café desde siempre. Yo era la del café instantáneo al que, obviamente, había que ponerle algo o tomarlo con azúcar porque si no, no pasa ¿no?», nos cuenta Betty, mientras se ríe, tras una taza del clásico americano en una cafetería de especialidad.

«En realidad, con él, poco a poco fui viendo, aprendiendo y probando lo que era un buen café, muy diferente. Así nace mi gusto por el café.  Es más, un poco antes de que empiece la pandemia Toño, mi esposo, se metió a un curso completo sobre el café y cada vez que llegaba a la casa me contaba con mucha emoción todo lo que había aprendido. Y fue su emoción la que me jaló a interesarme aún más. Por ejemplo, me preparaba el café y no solo me lo daba sino, que me lo preparaba y me preguntaba qué tal ¿te gusta? Entonces yo le decía si estaba muy ácido o si me gustaba o no. Él practicaba conmigo, buscaba dar con mi punto exacto de gusto hacia el café y cuando lo hacía recién se sentía bien.  Ahora preparo métodos y de verdad,  puedo decir que mis favoritos son el Chemex y la Kalitta. Entonces fue  así que en medio de la pandemia le dije: ¿Por qué no abrimos una marca de café? ¿Por qué si lograste hacer todo lo que hiciste conmigo, podemos hacerlo con muchas personas, que conozcan el café? Ampliemos lo que hemos aprendido y compartármoslo con mucha más gente.  Así nació Noble«, relata la emprendedora de 47 años, amable y con una sonrisa siempre acogedora.

«El café, para nosotros, es un fruto súper noble porque es muy versátil. Por ejemplo uno puede hacerle diferentes tipos de tuestes, entre más oscuro o más clarito y siempre conseguir algo distinto y agradable en un espresso o en un método quizás.  Es como si el grano siempre quisiera dar lo mejor y para mí eso es nobleza». Con esto último Betty termina su café y con una linda y noble sonrisa acepta  sus inicios en el café y la idea que ella ahora tiene cuando menciona la palabra café.

Ahora nos atrevimos a pedir un Chemex para así seguir con el relato y mientras la bebida está en proceso, Betty cuenta algo que poco sabemos:  «Nosotros compramos ahora directamente a productores y ese es también nuestro granito de arena. Los productores son personas que se matan trabajando, ellos le ponen amor al café desde que lo plantan hasta que lo cosechan. Es una trazabilidad tan bonita y valorable, que lo que buscamos, en las personas que consumen nuestro café, es que no solo se quede en la etiqueta y que lo tomen, que sepan un poco más y todo lo que hay detrás. Queremos que entiendan el origen de esa taza de café.  

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DATO

El empoderamiento de las mujeres y su inclusión en los diversos eslabones de la cadena productiva y de comercialización del café peruano, es pieza fundamental para alcanzar un desarrollo y una gestión equitativa en los diversos planes de promoción internos y externos. La Cámara Peruana del Café y Cacao, en coordinación con la Cooperación Suiza y en el Marco del Proyecto Alianza para el Café Sostenible y Competitivo, trabaja en lineamientos y planes de promoción que contemplan, entre sus objetivos, una cuota de género equitativa y el empoderamiento de las mujeres, quiénes cumplen un rol esencial en los diversos eslabones de la cadena.

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