Pasos jóvenes y firmes en el mundo del café peruano

Los jóvenes cada vez nos creemos menos jóvenes, siempre andamos pensando que estamos muy viejos para aquello que queremos hacer, pero ¿cuál es la edad perfecta para hacer algo distinto? ¿cuál es la edad precisa para generar un cambio?

En los últimos meses, el mundo del café ha estado presente con jóvenes baristas que nos han representaron a nivel nacional e internacional. Hemos sido testigos de una revelación: Leonardo Díaz, de tan solo 20 años, quien se irá al Campeonato mundial de Catadores en Polonia 2022. ¿Será entonces que debemos seguir sintiéndonos fuera de tiempo? Definitivamente, la trayectoria se hace en el camino y paso a paso se suman kilómetros. Por esta razón conversamos con jóvenes creativos, innovadores y llenos de pasión por su trabajo.

Gonzalo, Daniela, Diego y Marlee, desde distintos puntos del país, no solo aman el café peruano: son el futuro de esta cadena productiva.

GONZALO LA TORRE – CAFÉ Q’ORI

Gonzalo La Torre demostrando la pasión por el café, prepara un Origami cuidado paso a paso de manera minuciosa. Foto: Aura Guío

Con tan solo 22 años, Gonzalo es barista y se está preparando para la certificación Q Grader para el rubro de catador que quiere desempeñar en la empresa familiar. Pertenece a la tercera generación de una familia dedicada al café hace 35 años. Huele con cariño la molienda fresca de café, que acaba de pesar, para el Origami que viene preparando y cuenta que desde el 2008 su familia apostó por Pompeya, la finca que tienen a 1750 m.s.n.m en Alto Koribeni, a tres horas de Quillabamba, Cusco. La marca que manejan se llama Q’ori.

El café se va filtrando, así como las ideas que tiene Gonzalo sobre el rol de los jóvenes en el mundo cafetalero. “Los jóvenes tenemos más control sobre las redes sociales, por eso creo que es importante incentivar y dar a conocer los procesos, la producción, el tostado, el barismo y la cata del café. Definitivamente, facilitar información de todo lo que involucra el mundo del café, del buen café de especialidad que tenemos en el Perú. Promover es un palabra que definiría esta labor porque así ayudamos a los pequeños productores a darse a conocer”, dice, mientras muestra las variedades de café disponibles: Geishas y H1, entre otras.

El cafecito ya está listo y mientras lo dejamos reposar unos segundos, el barista, con la voz un poco seria, hace mención de lo increíble que le parece la importancia y presencia que están tomando los jóvenes en diferentes concursos, campeonatos y festivales del café. Sabe que es todo un logro para su generación, pero más aún para el Perú.

La Finca Pompeya además de producir diferentes variedades de café tiene un plan de reforestación llamado «Plantar – Conciencia» Foto: Aura Guío

«Yo empecé como barista, mi padre me dijo ‘Métete paso a paso al mundo hermoso del café’ y eso fue lo que hice. Ahora ya me estoy enfocando en la cata de café y mi objetivo para marzo o abril, del siguiente año, es sacar mi certificación Q Grader y así, sumar en el control de calidad de la producción de nuestro café. Esta es la visión que tengo a corto plazo. Sin embargo, sé que puede cambiar porque estamos entrando al rubro del tostado, entonces me gustaría llevar cursos y tener algunos certificados que sumen a nuestra marca. Sigue sonando la frase de mi padre ‘Paso a paso en este mundo del café'», comenta, desde Cusco.

DANIELA MARIN – BARISTA / ORIGEN CAFÉ MARIN

Daniela Marin en medio de su Finca Ave Fénix donde crecen plantas de Café Robusta. Foto: Aura Guío

Daniela Marin, siempre orgullosa de su origen como hija de productores, sabe que el amor hacia El Palomar, la zona donde crecen sus cafetos en el departamento de Pasco, es un sentimiento que ha pasado de generación en generación. La Finca Ave Fénix viene produciendo café hace más de 85 años y ha pasado por muchos cambios, situaciones y procesos que solo le han servido para renacer siempre de sus cenizas.

La última hija de la familia Marin Ciriaco cree fehacientemente que el rol principal de los jóvenes es aprender y contribuir a su comunidad con la finalidad de generar cambios positivos en ella: “En las tierras cafetaleras de Pasco muchos agricultores, como padres y abuelos, no ven con buenos ojos los cambios, pero si los hijos nos involucramos, como gestores de nuevos procesos, toda la producción de café puede dejar de ser convencional y pasar a ser orgánica y especial” Con estas palabras, Daniela, que tiene a su cargo una cafetería de café especial en el corazón de Villa Rica, deja clara su posición, ante la importancia, de que la innovación de los jóvenes sea utilizada como una herramienta que complemente la sabiduría y experiencia de los padres.  

Creo que el café es ciencia. Si el café es pasión, es amor, pero definitivamente el café es ciencia porque no se ama lo que no se conoce. Por eso entiendo y felicito a cada campeón tanto de barismo, como de cata. Es genial que existan los campeonatos porque son una ventana valiosa para los profesionales del rubro.

«Somos realmente dichosos de venir de una tierra de productores de café»
Foto: Aura Guío

Nunca hemos visto a Daniela sin algo relacionado al café en las manos. Su amor por el legado y la tradición familiar la han llevado a participar de algunos campeonatos y de profesionalizar su amor por el café. Por esta razón se ha preparado en el curso de Barista Skills con Jon Dech y en la certificación de Barista Skills intermedio por la SCA. También ha llevado cursos de cata de café. Y dice: «Cada representante y actor en la cadena de cafés especiales es la voz del productor peruano»

DIEGO ORÉ – BARISTA / BARTENDER

Diego no es el único que, de pequeño, recuerda haber ido a la tienda a comprar el clásico café instantáneo para el desayuno en casa. Una taza de café de rápida preparación y bastante dulce… ¿Quién no ha empezado así? pregunta Oré. Con 28 años de edad lleva 10 años dedicado al rubro de las bebidas y alimentos y siete embarcado en el mundo del café. Igualmente y de una forma paralela va mejorando y fusionando sus conocimientos de barista con los de bartender. Culminó su formación en Le Cordon Bleu con maestros como Gino Kanashiro y Giovanna Villegas, quienes definitivamente le inculcaron respeto y pasión por la profesión. Diego ha denominado toda esta trayectoria como «una historia de romance con el café».

«El café nunca deja de sorprenderme. Es un producto que despliega infinitos aromas, formas, procesos, preparaciones y variaciones del mismo. Los baristas siempre diremos, que en el mundo del café nunca se deja de aprender a causa de la amplia gama de cafés peruanos. Cada grano, cada perfil y cada taza es totalmente diferente. Lo lindo y curioso del café es que siempre te va a provocar probar y conocer más», detalla.

«Nuestro país es mucho más que un café instantáneo, hay que tener en cuenta la calidad ante la practicidad»
Foto: Aura Guío

Una de las habilidades que rescatamos en los baristas es el poder conversar y comunicar. Diego tiene esa habilidad carismática de seguir compartiendo historias mientras define con mucha técnica su Arte Latte. Desde su barra y fuera de ella, considera que el rol principal de todos los jóvenes, tanto para el que empieza como para el que ya tiene cierta trayectoria en el rubro del café, es el de divulgar cultura. Hace énfasis en «divulgar cultura cafetera  de la buena» porque cree en la necesidad de dejar de lado lo convencional y dar a conocer todos los atributos y beneficios del café peruano especial: «Nuestro país es un gran productor de café y nosotros como jóvenes, y en mi caso como barista, podemos promover todo ese conocimiento y hacer que la gente consuma más aún este producto tan valioso».

Con todo ese cariño, Diego se ha trazado una misión: dar a conocer a través de sus experiencias y preparaciones toda la labor que realiza el productor de café al cultivar, cuidar sus procesos, cosechar y seleccionar el grano. Para nuestro amigo barista, el café es una materia prima muy delicada y es fundamental crear conciencia de todo lo que existe detrás del consumo final.

Diego busca innovar y salir de lo tradicional resaltando otras notas y sabores del café con la coctelería.

MERLEE RICALDE – CAFÉ RICALDE ROASTERS Y QOSQO SÚPER FOODS

Marlee y Julio Ricalde son la tercera generación de una familia dedicada al café

La tradición que se comparte en familia y se traslada a las siguientes generaciones fue lo que nos hizo detenernos un momento a conocer a Merlee Ricalde, quien junto a su hermano se hacen cargo de Café Ricalde Roasters y de Qosco Súper foods. La familia cusqueña, de la provincia de La Convención, comparte su vida con el café por más de 50 años.

Empezaron como pequeños productores hasta que los padres de Merlee y Julio comenzaron a perfeccionar y profesionalizarse en el rubro dirigiendo los procesos a la venta local e internacional.

Cada uno de los jóvenes, Marlee, de 34 años, y Julio, de 26, decidieron renunciar a la vida dependiente y enfocar sus carreras de ingeniería para continuar con el legado familiar. Ahora no solamente tienen Café Ricalde, que es la marca mayorista. Han sumado Qosco – Súper foods. «Esta marca que va dirigida al consumidor final y nos permite vender café de calidad a los peruanos, así como también otros alimentos oriundos de nuestro país, como el Cacao Achote y colorantes vegetales. Recalco que nuestro objetivo siempre ha sido contribuir con productos de calidad y sobre todo con la cultura cafetalera». Esto comparte Marlee Ricalde, mientras con mucho cariño nos muestra los productos que junto a su familia ha logrado sacar adelante.

Cuando conversamos con ella, estábamos en Quillabamba recorriendo diferentes stands de la FICAFÉ 2021, donde pudimos observar gran presencia de jóvenes mostrando sus cafés y diferentes productos derivados de este. Marlee no es ajena a este cambio generacional, ella considera que parte de su compromiso con la marca familiar radica en que siempre ha sentido que los jóvenes viven un poco desconectados de la agricultura en general y no solo se refiere a la caficultura. Por esta razón. cree que el rol de las actuales y nuevas generaciones está vinculado al mejoramiento de los procesos.

«Como Café Ricalde nos dedicamos a la venta del café el grano verde a nivel nacional e internacional, dirigido a tostadores y cafeterías. Siempre nos hemos enfocado al consumidor y sus necesidades»

«La tecnología y el internet sirve muchísimo para impulsar el desarrollo, la cultura y sobre todo la caficultura. Creo que el internet es un gran punto de conexión con diferentes avances e investigaciones de personas de afuera, que finalmente pueden implementarse en nuestros procesos. Estar informados es una tarea fundamental de los jóvenes», comenta Marlee.

La administradora de empresas, que tiene a su cargo dos marcas orientadas al consumo de productos peruanos está orgullosa de la presencia, cada vez mas revalorada, del café convenciano. Sin embargo, también cree que los concursos no solo son para saber de qué zona proviene el mejor café. También están para aprender nuevas técnicas, para compartirlas e inspirar a sus pares a seguir innovando.

Considera también que el Estado peruano debería generar capacitaciones y foros enfocados en jóvenes, esto me parece vital para aprender de las experiencias de otros y quizá animar al emprendimiento». Con esto cierra Marlee y nos deja con ganas de regresar al Cusco y definitivamente visitar La Convención. Los jóvenes son el presente y el futuro de la cadena productiva del café.

En esto coincidieron Anggela Sara, organizadora del Campeonato Nacional de Catadores, y David Gonzáles, coordinador de la Cámara Peruana de Café y Cacao. Para ellos, y para la mayoría de seguidores del café, el campeón de catación -de 20 años, que vive en Moyobamba y se formó acompañando a su abuelo en San Ignacio, tierra cafetera- es mucho más que una grata sorpresa. También llama la atención que estos amantes del grano no son necesariamente de Lima. Provienen, en la mayoría de casos de zonas cafetaleras.

DATO


La Cámara Peruana del Café y Cacao ha elaborado esta información en el marco del Proyecto Alianza Café Sostenible y Competitivo con la finalidad de generar evidencia de la realidad actual de caficultores y cacaoteros. Así, se aporta al diseño de procesos técnicos de profesionalización ajustados a su realidad y se promueven condiciones favorables para su labor en el primer eslabón de las cadenas de valor de café y cacao.

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