Tratamiento de aguas mieles para pequeños productores es aceptado por Rainforest Alliance dentro de criterios de certificación

El café es uno de los principales productos agrícolas de exportación de Perú y la mayoría de los caficultores son pequeños agricultores individuales, con un promedio de 2 hectáreas, con producción de hasta 20qq/ha. Sin embargo, su producción tiene un impacto altamente negativo en el ambiente en todos los procesos de producción de este cultivo, desde la deforestación para la instalación hasta el proceso de beneficio húmedo del grano, ya que, durante estos procesos, solo menos del 5% de la biomasa que se genera se aprovecha en elaborar la bebida aromática y el resto se queda en residuos sólidos y líquidos.


Estos líquidos también llamados aguas residuales del proceso de lavado a los granos, son conocidas como aguas mieles y son consideradas uno de los mayores contaminantes orgánicos en la caficultura, porque muchas de estas aguas retornan a riachuelos, ríos o aguas subterráneas.


¿Por qué no tratar las aguas mieles? El costo para construir un pozo percolador es alto, y si la solución es construir uno de sedimentación donde uses piedra, grava y arena la cosa aún es difícil, ya que los materiales deben ser trasladados desde río abajo y las parcelas están alejadas por lo que el costo de traslado seria 3 veces más, sin considerar la mano de obra del agricultor. Los pozos de este tipo, llegan a encharcarse y generar malos olores y atraen moscas.

Debido a este problema, se buscó alternativas para reducir el impacto negativo que tiene el lavado de los granos sobre las aguas, viendo oportunidad en los trabajos de TechnoServe usando nuevas tecnologías o medidas naturales como la fitorremediación con Chrysopogon zizanioides (vetiveria) en grandes humedales, razón por la cual y teniendo en cuenta estos antecedentes; el proyecto CAFÉ (Coffee Alliance for Excellence) es una iniciativa de USAID, ejecutado por TNS con el apoyo de Jacobs Douwe Egberrts y otros aliados adoptó la tecnología en el 2019 y la adaptó a la realidad de sus zonas de intervención en Perú; usando C. zizanioides (vetiveria) en pozos de infiltración de 12 m2 luego de calcular los efluentes contaminantes para tratar aguas residuales de manera efectiva hasta 40 qq por cosecha.

Estos pozos fueron replicados por efecto multiplicador entre agricultores, pasándose la voz entre ellos de la funcionalidad de la tecnología, ya que no existía encharcamiento, malos olores ni moscas-mosquitos. Además de todo es fácil de instalar y tres veces más económico que un pozo de sedimentación (grava, piedra y arena); y los agricultores cuentan con la facilidad del material vegetativo a través de los semilleros de vetiveria que el proyecto CAFÉ instalo para este fin.

Un desafío grande para TNS fue que las certificadoras aceptaran esta medida; y HOY SE LOGRO después de tres años de investigación que Rainforest Alliance reconociera la tecnología como válida, lo que permitirá a las organizaciones de productores promover la implementación de esta medida de forma masiva. Además, es un excelente aporte para la industria cafetera peruana.

Rainforest Alliance menciona que la norma no dicta un tipo específico de tratamiento. Sin embargo, es importante que las aguas tratadas, cumplan análisis y parámetros. Es decir, el vertido de agua en sistemas de tratamiento construidos sobre el suelo no significa un vertido sobre el suelo. 

Algunos ejemplos: humedales de infiltración, que fueron propuestos en el Manual de Tratamiento de Aguas Residuales de UTZ; siempre y cuando estos tratamientos aseguren que el agua descargada cumpla con los parámetros para aguas residuales detallados en la normativa de la certificadora y la legislación del país.

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