Revisamos estudios claves para responder a la pregunta de si el café es bueno para la salud

Por ALVARO TRENEMAN

El café se ha convertido en parte de nuestras vidas, desde la primera taza del desayuno en la mañana hasta el lonchecito de la tarde, siendo consumido por el 70-80% de la población mundial. Sin embargo, una constante interrogante está presente: ¿Beber café es malo para la salud?

Por muchos años se había insinuado que el consumo de café tenía efectos negativos en el cuerpo humano, principalmente por su alto grado de cafeína, un alcaloide estimulante del sistema nervioso central. Sin embargo, algo que estos estudios previos no tenían en consideración, por ejemplo, era que normalmente los grandes consumidores de café también tendían a ser sedentarios y fumar, factores que repercuten negativamente en la salud. 

Con el paso del tiempo, estos estudios se actualizaron y cambiaron radicalmente su postura en muchos aspectos gracias a nuevos descubrimientos y la precisión de los análisis. 

Una revisión bibliográfica de diversos estudios científicos y metanálisis publicados en la plataforma digital de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos de Salud de Estados Unidos (Pubmed) y la biblioteca electrónica del Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud(SciELO), concluyen que el consumo del café se ha asociado con un menor riesgo de varias enfermedades como el Parkinson, la diabetes tipo 2, la enfermedad hepática, el cáncer, los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares.

Mejora cognitiva

Este efecto por el consumo de café se atribuye a la cafeína, compuesto que se une a los receptores de la adenosina en el cerebro y los antagoniza para así reducir la fatiga y aumentar el estado de alerta, mejorando las medidas de atención. Además, la cafeína contribuye al alivio del dolor cuando se añade a los agentes analgésicos de uso común. 

Páncreas y diabetes tipo 2

El ácido clorogénico y otros polifenoles presentes en altas concentraciones en el café actuarían como protectores de las células beta del páncreas a la par que disminuyen la absorción intestinal de glucosa. Estos fenómenos se traducen en un menor índice glucémico. Las quinolactonas o quinidas, también presentes en el café, aumentarían la absorción de glucosa por los tejidos periféricos. Estos efectos contribuyen a una disminución del riesgo a desarrollar diabetes tipo 2.

Enfermedades neurológicas

Estudios prospectivos demostraron la asociación inversa entre beber café y el riesgo de la enfermedad de Parkinson posiblemente por el efecto antagónico de la cafeína frente a la adenosina A2A, que disminuye la neurodegeneración. Incluso, se han documentado cohortes que presentan una reducción de otras enfermedades neurológicas como demencia, depresión o enfermedad de Alzheimer asociadas al consumo de café.

Los polifenoles y la cafeína también juegan un papel importante en la reducción de los accidentes cerebrovasculares debido al incremento de la actividad antioxidante, la sensibilidad a la insulina, la reducción del colesterol en la sangre y la mejoría de la función endotelial. 

Cáncer

Uno de los mayores flagelos actuales de la humanidad también se ve reducido gracias al café.El alto consumo de esta bebida se asoció con un 18 % menos de riesgo de incidencia general de cáncer, principalmente el riesgo de melanoma, cáncer cutáneo, cáncer de mama, cáncer de próstata, cáncer endometrial y de carcinoma hepatocelular. 

En el caso específico del cáncer colorrectal, la cafeína y los antioxidantes juegan un papel importante como protección contra el daño celular, la mutación del ADN y la inflamación. Adicionalmente, modula el sistema inmune mediante sus efectos sobre linfocitos T, linfocitos B, células NK (natural killer) y macrófagos.

En la mayoría de los estudios prospectivos, la clave radicaba en el consumo de hasta cuatro tazas de café diarias, con porcentajes bastante prometedores. 

El hígado

Los ácidos clorogénicos del café tienen propiedades antioxidantes, antivirales y hepatoprotectoras que explican el menor riesgo de hepatopatías enconsumidores de café. La cafeína previene la fibrosis hepática y los polifenoles del café protegen contra la esteatosis y la fibrosis hepáticas al mejorar la homeostasis de las grasas y reducir el estrés oxidativo.

El corazón

Este es quizá el apartado más revisado debido a la fama negativa del café respecto de las enfermedades cardiovasculares y los problemas cardíacos. Al respecto, los estudios del profesor, Peter Kistler, cardiólogo y director de Electrofisiología del The Alfred and the Baker Heart and Diabetes Institute, citado por el Colegio Estadounidense de Cardiología, revelaron que beber hasta seis tazas de café al día pueden reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca.

“El café es el potenciador cognitivo más común: te despierta, te agudiza mentalmente y es un componente muy importante de la vida diaria de muchas personas. Los bebedores de café deben sentirse seguros de que pueden seguir disfrutando del café incluso si tienen una enfermedad cardíaca”, refiere Kistler.

«Descubrimos que beber café tenía un efecto neutral, lo que significa que no causaba daño, o estaba asociado con beneficios para la salud del corazón», agrega.

Este es el más reciente estudio sobre la popular bebida y los resultados favorables fueron presentados en la 71.ª sesión científica anual del Colegio Americano de Cardiología, en abril de este año. 

A manera de conclusión, los resultados de los estudios científicos llevan a sugerir que consumir café puede formar parte de un estilo de vida saludable siempre que no se tengan problemas de salud específicos o se encuentre en gestación.

DATOS

  • En la mayoría de los estudios prospectivos, la clave radicaba en el consumo de hasta cuatro tazas de café diarias, con porcentajes bastante prometedores en reducción del cáncer.
  • La cafeína y los antioxidantes juegan un papel importante como protección contra el daño celular, la mutación del ADN y la inflamación.

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