Hay una movida importante en el sector cafetalero: se está consumiendo más café peruano de especialidad, se están creando cafeterías de especialidad y los campeonatos recientes en la Feria Internacional de Cafés Especiales (Ficafe) 2024 en Tingo María muestran un cambio notable. Pero todavía hay una agenda pendiente.
Los recientes campeonatos de café, baristas y catadores muestran, en opinión del ingeniero agrónomo Geni Fundes, gerente general de la Central de Café y Cacao, el crecimiento de la industria de café a nivel país.
Los triunfos de Jhosseline Benites (bicampeona nacional de barismo) y Junior Zanabria (bicampeón de catación de cafés especiales) convierten a estos jóvenes de menos de 30 años «en los embajadores del café peruano en el mundial 2025».
En este punto coincide con Miguel Ángel Watts González, especialista de promoción del Ministerio de Agricultura, quien opina que «los jóvenes están impulsando el consumo de café en Lima y en las ciudades del país», lo cual se puede constatar notoriamente en la creación de pequeñas cafeterías y eventos que ayudan a incrementar el consumo.
Más de 80 jóvenes, entre hombres y mujeres, se disputaron el título este año, haciendo cada vez más competitivo estas dos disciplinas. Otro punto para destacar es la participación de representantes de casi todas las regiones cafetaleras.
Pero, ¿qué falta?
«La comunidad cafetalera tiene el desafío de cambiar los indicadores negativos del mercado interno; un estudio realizado por la Central de Café y Cacao muestra que el consumo de café está compuesto por 54 % de café importado, en su mayoría soluble. El otro 45 % opta por cafés comerciales procesados con cafés de segunda y descartes y menos del 1% de los cafés tiene algún estándar de calidad», detalla Fundes.
No se puede dejar de mencionar que si bien se está tomando más café que en cualquier época todavía tenemos el consumo más bajo de la región: Brasil llega a 600 tazas per cápita, Colombia a 300, mientras que Perú está en 90.
«En resumen, nuestros productores siguen dependiendo casi en un 100% del mercado internacional. Sin embargo, no todo es negativo, las corrientes, tercera y cuarta ola, muestran el crecimiento de la Industria del café en nuestro país. Cafeterías y tostadurìas de especialidad siguen naciendo. Según registros de la Sunat tenemos cerca a 500, hace 20 años eso era un sueño», comenta Fundes.
Esta corriente, reiteramos, es promovida por jóvenes, catadores, baristas, tostadores, procesadores y productores de cafés especiales.
El mismo estudio de la Central muestra que estas unidades de negocio facturan anualmente más de 70 millones de dólares y dan empleo a más de 3000 personas.
La Central Café y Cacao del Perú con su gerente Geni Fundes tienen una gran cuota de contribución en el crecimiento de la industria de cafés especiales a nivel país. Primero por sus programas de entrenamiento y certificación de catadores Q Grader, procesadores Q Grader; y entrenamiento y certificación de baristas y tostadores SCA. También es importante su fuerte relación con los Bodie Competition de la World Coffee Championship, entidad que desarrolla los campeonatos mundiales de café.
La Central promueve en Perú los campeonatos desde el 2011 con el objetivo de profesionalizar a los jóvenes que mueven la industria del café en el Perú.
En alianza con USAID y el proyecto Comunidad de Cafés Espaciales (CCE), la Central ha incrementado las disciplinas de la competencia. A la fecha se vienen realizando las campeonatos de Baristas, Catadores y Filtrados; y para el 2025 se proyecta sumar Tostadores y Good Spirit.
El objetivo, afirma Fundes, es traer el título mundial, levantar nuestra industria y posicionar el café peruano de especialidad en el mundo.
Por ahora, planean una campaña nacional de promoción, la cual debería ser financiada también por el Estado. Así como hace un tiempo se lanzo el programa ‘A comer pescado’, el café podría seguir esta ruta.
«El crecimiento de la tercera y cuarta ola prácticamente es orgánico con recursos propios de los emprendedores. Falta que se sume el Estado con un programa nacional de consumo, semejante a Colombia con su programa Toma café o Brasil con ‘Sello de Pureza’. Debe trabajarse este programa nacional con la participación de la comunidad cafetalera», concluye Fundes.