Añadir azúcar al café es una práctica común que la mayoría de amantes del café, afortunadamente, no hace. Pero muchas personas sí. Y la verdad es que se están perdiendo del verdadero sabor de esta bebida.
El café, al ser una fruta, posee notas dulces y ácidas inherentes. Cuando le echas azúcar te pierdes la oportunidad de disfrutar el verdadero sabor de la bebida. No disfrutas plenamente de su perfil organoléptico. Un café de alta calidad no requiere endulzantes. Pero además el azúcar afecta nuestra salud, de acuerdo con diversas alertas de la Organización Mundial de la Salud.
Un metaanálisis publicado en Nutrients en 2019 evaluó la relación entre el consumo de café y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Los resultados indicaron que el consumo moderado de café se asocia con una reducción en el riesgo de estas enfermedades. Sin embargo, la adición de azúcar al café puede contrarrestar estos beneficios, ya que el consumo elevado de azúcares añadidos está vinculado al aumento de peso, resistencia a la insulina y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Vayamos por partes:
El consumo excesivo de azúcar se ha asociado con diversos problemas de salud, respaldados por múltiples estudios científicos. A continuación, se presentan algunos de los principales riesgos identificados:
1. Enfermedades cardiovasculares
Una revisión sistemática publicada en la Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes & Metabolismo evaluó el consumo de azúcar como factor de riesgo independiente para eventos cardiovasculares mayores. Los hallazgos sugieren que una ingesta elevada de azúcar puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo hipertensión y enfermedades coronarias.
2. Obesidad y síndrome metabólico
El consumo elevado de azúcares añadidos, especialmente a través de bebidas azucaradas, se ha relacionado con un mayor riesgo de obesidad y síndrome metabólico. Lo señala un estudio de la Revista Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, la cual destaca que una alta ingesta de azúcares se asocia con sobrepeso, obesidad y alteraciones metabólicas.
3. Diabetes tipo 2
La ingesta excesiva de azúcares libres está vinculada al desarrollo de diabetes tipo 2. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo de azúcares libres para disminuir el riesgo de enfermedades no transmisibles, incluida la diabetes.
4. Caries dental
El consumo de azúcares libres es un factor determinante en el desarrollo de caries dental. La OMS señala que la reducción en la ingesta de estos azúcares disminuye significativamente la incidencia de caries.
5. Enfermedad hepática
La ingesta elevada de fructosa, un componente del azúcar, se ha asociado con la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Estudios indican que el consumo excesivo de fructosa puede conducir a la acumulación de grasa en el hígado, aumentando el riesgo de inflamación y daño hepático.
6. Envejecimiento biológico acelerado
Un estudio publicado en JAMA Network Open encontró que el consumo excesivo de azúcar añadido puede acelerar el envejecimiento biológico a nivel celular. Reducir la ingesta de azúcar puede ayudar a mantener una edad biológica más joven.
La OMS sostiene que reducir el consumo de azúcares añadidos y optar por una dieta equilibrada puede contribuir significativamente a la prevención de diversas enfermedades y al mantenimiento de una buena salud general.
¿SUSTITUTOS DEL AZÚCAR?
Para reducir la ingesta de azúcar, muchas personas recurren a edulcorantes artificiales o sustitutos del azúcar. La Clínica Mayo indica que, aunque estos pueden ayudar a disminuir la ingesta calórica y controlar los niveles de glucosa en sangre, es importante utilizarlos con moderación y estar conscientes de sus posibles efectos secundarios. Además, algunos sustitutos pueden tener un impacto en la salud metabólica y deben ser seleccionados cuidadosamente.
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