Pausa Café: “Durante las cuarentenas nos limitamos a sobrevivir”

Fotos: Kevin Morán

“Estoy esperando con la frente en alto la tercera ola”, dice Patricia Cohaguila, dueña de Pausa Café y promotora del café de especialidad en Jesús María, preparando su estrategia para afrontar una significativa reducción de clientes durante la Semana Santa en Perú, debido a que el Gobierno de Francisco Sagasti decretó una cuarentena estricta para evitar la propagación del coronavirus. 

Patricia está apuntando sus acciones a la gente que viajará fuera de la ciudad desde este miércoles. No puede darse el lujo de estar tranquila ante la probabilidad de las bajas ventas. Eso fue lo que aprendió durante su estancia en los Estados Unidos, y definitivamente no se quedará de brazos cruzados. 

“Todos los días te levantas con buen ánimo, pero los números son números. Los números mandan. Los números son los que evidencian si se está vendiendo o no. Ya se está sintiendo que este fin de semana que viene va a ser de una venta baja porque la gente está saliendo. Quiero aprovechar en venderle ahora a esta gente que se está yendo”. 

El café de Pausa es de Chirinos, Cajamarca. El servicio es de primera, y la carta es una delicia comenzando, claro, por el café. Los desayunos son épicos, y los waffles son imposibles de olvidar.

El equipo de Pausa Café

EL PLAN

Patricia nos dice que, como sucedió en la segunda ola, esperan cerrar y adaptarse a los canales de venta digitales. “Estamos más preparados”, admite, y añade que contar con un Community Manager y recorrer otros distritos buscando clientes, son buenas formas de difundir la marca.

Sin embargo, hay dificultades que también son de esperarse: “Los que sufren más son las personas que trabajan contigo, porque saben que les vamos a cortar las horas, que vamos a tener horarios partidos, porque alguien con el horario fijo en otro lado va a tener que dejar de trabajar aquí”.

Lo cierto es que cuando solo llegan órdenes de delivery o para llevar, se inicia un proceso para adaptarse a los clientes: “En la primera semana la venta es muy baja, pero la segunda semana [de una cuarentena] empieza a retomar y la información sobre el delivery va llegando de manera más precisa. Los usuarios están más pegados a las redes”. 

“Todo el espacio de Pausa no se usa, cambiamos de estructura de la tienda, nos limitamos a eso y sobrevivimos. Es eso, sobrevivir. No ganar, sino sobrevivir”. 

Un Capuccino / Foto: Renzo Salazar

LAS DEVASTADORAS MEDIDAS

Patricia dice que las cuarentenas pueden ser devastadoras: “Si bien hay cafeterías que han abierto en la segunda ola, se han visto golpeadas, porque esto de que abras un mes y que en el siguiente te corten las mesas, que no puedan entrar y consumir, representa un monto muy significativo en entradas de dinero”.  

La incertidumbre es un elemento letal para los negocios como las cafeterías. “En Jesús María quedan pocas cafeterías. Hay una que también ha abierto, todo bonito, con todas las ganas, pero estoy segura que en la tercera ola va a cerrar. Eso yo lo he visto; en otros distritos, donde han abierto con entusiasmo, me escriben y me dicen: Patricia, qué hago, me cerraron. Les digo: caballero nomás, sigue con tus promociones, vende tus bolsas de café como antes y soporta la ola”. 

Por su experiencia en Estados Unidos, sabe que los números son fundamentales. “Los gringos dicen numbers, numbers, numbers. Si no hay números no hay nada. Lo primero es location, location, location, qué tan cerca estás de tu consumidor. Afortunadamente estoy a media cuadra de un mercado y un banco, con constante flujo de personas, que se dan cuenta de Pausa Café y se animan a comprar o a ingresar”.   

Orange Coffee

Patricia cuenta que los postres han logrado que el negocio se mantuviera a flote “porque solamente con el café, bajo mi experiencia, no hubiera podido sobrevivir con cinco personas. Son cinco sueldos. A ver, soporta ese peso más los gastos fijos, el alquiler, la luz, el agua… El Gobierno, cuando hace estos paros [cuarentenas]; la primera vez nos perdonó la luz, arbitrios, el agua. En la segunda ola no le importó fraccionar los pagos”.  

Miel de abeja de Cajamarca, otro de los productos que encontramos en Pausa.

“Reactiva también nos salvó, a los que pudimos aplicar”, recuerda. Y añade: “Estuvimos cuatro meses sin sueldos, paralizados, sin entrada, con lo único que uno tiene en el bolsillo, con muchas deudas, pero sin embargo reaccionaron en esos términos. Reactiva llegó como en agosto, pero llegó. Pero quienes no tuvieron la oportunidad desaparecieron. Los que tienen espalda financiera aún se mantienen”.  

La emprendedora y cafetera no dejará de apostar por el café, Pausa Café, y su equipo. Solo hay decepción en el poco criterio empresarial de las autoridades: “Sinceramente, pensé que, con este cambio de Gobierno, con Francisco Sagasti, con toda la experiencia que tiene, se iban a tomar otras medidas para los locales. Hoy puedes viajar, ir a un hotel, pero no puedes abrir una cafetería. Que me lo explique Sagasti. Estoy esperando con la frente en alto la tercera ola. Todos aquí sabemos que va a venir una tercera ola”. 

DATO

Más información de Pausa Café en su cuenta de Instagram https://www.instagram.com/pausa_cafe/ I Pedidos también por Rappi.

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