Sonríe, lo saludan y escucha con atención a los productores cafetaleros. Se siente en Cusco, como en otras partes del país, como en casa. Jene Thomas, director de USAID Perú, llegó a Quillabamba y su primera parada fueron las parcelas y plantas de dos cooperativas de la zona. En una pausa de la FICAFE 2021, y siempre con esa manera cálida que tiene para acercarse a la gente nos dice que «siempre están aprendiendo y generando nuevos proyectos».
«Lo más importante que hemos encontrado al tratar con los productores del sector es que hay mucho potencial para aumentar la producción y mejorar la calidad, pero eso requiere de asesoría técnica y conocimientos, por eso trabajamos en ello constantemente como una meta para hacernos más competitivos», explica Thomas. El funcionario reitera la frase que dijo en la inauguración de la feria de Quillabamba: «Somos fanáticos del café peruano».
Thomas indica que a USAID Perú le interesa promover la cultura cafetera a nivel nacional. «En Estados Unidos y en Europa es algo que existe hace muchos años atrás, y consumimos de dos o tres veces más café al día que aquí en Perú, que es país productor. En la oficina siempre estamos pendientes de los nuevos cafés, cada vez más aromáticos y finos. Algo indudable es que hay una pasión por la cultura del café, y eso lo transmiten mucho los blogueros que comparten información», comenta.
De acuerdo con Thomas, el café peruano ha gustado en Estados Unidos y «lo vemos como un fuerte competidor de los grandes históricos como Brasil y Colombia».
«ME APASIONA MI TRABAJO»
Thomas no tiene que decirlo, porque lo hemos visto en acción, con la mirada amable: «Me encantó visitar fincas y conocer a los productores (aquí en Quillabamba). Por eso ahora hemos visitados las cooperativas. Me apasiona este trabajo. Nuestra agencia está interesada en ayudar a las personas más vulnerables como los agricultores de pequeñas hectáreas. Ellos tienen la oportunidad de salir adelante. El país necesita generar más oportunidades económicas y ellos (los agricultores) deben ser los primeros en recibirla».
Thomas remarca que los cultivos alternativos -como el café y el cacao- son necesarios para dejar de estar atrapados en el entorno del cultivo de la hoja de coca: «Muchos nos han contado la historia de sus familias, historias trágicas, donde no tenían el control de su vida. Los narcos te dicen qué hacer y cuándo hacerlo. Se vive en mucha pobreza a pesar de que la gente hable de los beneficios económicos que trae la hoja de coca, realmente los agricultores no viven esos llamados “beneficios».
El director de USAID Perú deja en claro que apuestan porque los agricultores peruanos cambien su vida, las de su familia y las de su comunidad: «Ellos pueden tener oportunidades de educación y salud, entonces nosotros trabajamos en mejorar su entorno completo».
El apoyo de USAID Perú es reconocido por los mismos caficultores y cacaoteros, a quienes hemos visto agradecerles por la capacitación constante, y fundamentalmente la comprensión de sus maneras de trabajo, costumbres e intereses.
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