El kit cafetero del piloto comercial de helicópteros llamaba la atención: allí estaba su molino, su prensa francesa, un café. Allí mismo, los compañeros mirando su raro ritual, preguntando, quizás probando. José Antonio Zeballos aprovechó la pandemia para ingresar a Café Estudio y aprender del café. Pronto se daría cuenta que tener una marca de café peruano no era mala idea. Era octubre del año pasado, Betty Talavera -su compañera- también fue conquistada por esta pasión que lleva el hermoso nombre de Noble.

«Tantas cosas que tiene el café especial, que yo realmente quedé sorprendido y emocionado», cuenta José Antonio. Su esposa no era cafetera, pero observó esta transformación y se contagió.

Unidos por el amor y por una dedicación al café, la pareja se animó a crear la marca. Muchos años atrás, José Antonio pensaba en una cafetería. Hoy, ese sueño no está desterrado.

«El home office ha hecho que la gente tome más café, y sobre todo está aprendiendo, lo cual es una buena noticia. Nosotros además de vender café lo promovemos, hablamos de este producto, de la historia que hay detrás de una taza», cuenta Betty, quien dejó su trabajo de organizadora de eventos por Noble, y esto le ha permitido además estar más tiempo con su pareja.

Empezaron con dos orígenes, Ayacucho y Amazonas. Siguieron con Cajamarca. Para las etiquetas eligieron colores relacionados con esas ciudades.

CONOCIENDO AL CLIENTE

«Yo conservo mi trabajo, pero no pensamos que íbamos a caminar tan rápido en medio de las situación de la pandemia», dice José Antonio. Empezaron con un perfil bajo, y sin avisar a la familia y amigos, para recibir un verdadero feedback.

Noble ofrece café molido de acuerdo a la cafetera del cliente. Están los que lo piden en grano, y ya conocen más del tema.

«Si a ella la hice cafetera, ¿por qué no podría hacerlo con más gente», comenta entre bromas José Antonio. La pareja -que se acaba de tomar una prensa francesa- vende hasta 200 bolsas al mes, y han empezado a entrar a tiendas físicas y virtuales.

Las redes sociales las maneja Betty, quien estudió marketing y publicidad. Para ambos, el productor es clave, y apuntalar el consumo de nuestra bebida de bandera el objetivo más noble que los mueve.

Noble es una historia de amor que va para adelante.

DATO:

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